Desde el año 2013 colaboro con Socialnest como mentor de finanzas y como coordinador de proyectos; sobre todo ha sido en esta última faceta en la que he trabajado durante 2014, como coordinador de Háblame de Mi, un proyecto que Socialnest ha ayudado a lanzar con su equipo de mentores, su formación y la visibilidad que otorga.
Digo todo esto para dejar claro que ni soy imparcial ni pretendo serlo. Socialnest me ha atraído como concepto y he sido yo quien ha intentado colaborar con ellos, y han sido ellos los que han decidido darme la oportunidad, pero esto es voluntario y, por tanto, deseado.
Emprendimiento social
Lo primero es contextualizar que Socialnest trabajo con proyectos que mejoren el mundo, que tengan un impacto social concreto y lo más amplio posible, y cuya principal vocación sea la preocupación por resolver un problema social específico. Esto no implica que los proyectos sean ONG o que carezcan de ánimo de lucro. Yo tengo muy claro que es perfectamente compatible crear un modelo de negocio que ayude a resolver un problema social y que otorgue cierta rentabilidad. Las posiciones respecto a qué hacer con dicha rentabilidad son decisión de cada empresa, pero no es poco habitual que entre emprendedores sociales se siga buscando la forma de devolver a la sociedad lo que se ha recibido de ella.
Mejor ilustrarlo con un ejemplo «de libro». La Fageda tiene como primer objetivo la integración laboral de las personas de la comarca de la Garrotxa (Girona) que sufren discapacidad intelectual o trastornos mentales severos, mediante la fabricación de productos alimenticios. La Fageda tiene como objetivo la autonomía financiera, de forma que buscan ser eficientes y productivos, ser rentables para conseguir financiar las inversiones para su crecimiento con los beneficios del negocio.
Este es un perfil de emprendimiento social que encaja con la visión de Socialnest. Empresas rentables y sostenibles que ayudan a mejorar al mundo.
Y ese es el objetivo de Socialnest con su Programa Soluciones 2015. Ayudar a otras «Fagedas» a que puedan ayudar a colectivos desfavorecidos.
Es importante destacar que el emprendimiento social, conforme yo lo concibo, debe cumplir estos dos requisitos:
- Impacto social. Es un concepto objetivo y debe ser medible. Aplicando la terminología de Startups «no sociales», nos referimos al tamaño de mercado disponible y objetivo de nuestro modelo de negocio. Si no hay un impacto social evidente, no es emprendimiento social.
- Sostenibilidad. Es un concepto subjetivo y que cada emprendedor debe definir en un proceso de reflexión inicial. Aquí dejo un buen post de Javier Megías sobre los parámetros que debe seguir el emprendedor en esa reflexión sobre el sentido de la vida de su Startup. Un proyecto puede ser sostenible si genera suficientes beneficios para cubrir los costes, o puede ser sostenible si genera suficientes beneficios para autofinanciar las inversiones, o para cubrir costes, financiar inversiones y generar beneficio para los socios. Es algo que va en el ADN de cada proyecto.
¿Incubar o Acelerar?
Hasta el momento, Socialnest ha lanzado 3 programas de incubación con una duración de alrededor de 9 meses. En los programas anteriores en los que las Startups se encontraban en diversas fases, algunas de ellas con un powerpoint (como Háblame de Mi), otras con clientes o beneficiarios (como Fundación Acavall), el foco del programa quedaba algo más difuminado, dando prioridad a ayudar a cuantos más emprendedores sociales mejor.
En este Programa Soluciones 2015 se ha optado por dar acceso a las Startups sociales que ya tengan algo de tracción, medida en usuarios, beneficiarios, clientes, facturación, incluso que sin tener lo primero ya cuenten con un prototipo de su producto o servicio que pueda ser lanzado al mercado rápidamente. Ello permite recortar la duración del programa en 6 meses y centrarse en las áreas que las Startups necesiten desarrollar más específicamente, incrementando la intensidad del trabajo. Por tanto, este programa busca más la aceleración que la incubación.
Aceleración versus incubación. Socialnest busca Startups sociales ya establecidas.
¿Es importante la tecnología?
En mi opinión lo es. Y este programa dará más importancia a los proyectos que tengan un componente tecnológico, tanto en el producto o el servicio como en la forma de hacer llegar dicho servicio a los beneficiarios, usuarios o clientes.
Nadie se sorprende hoy en día ante la afirmación de que un negocio online/mobile que se presta a través de canales online/mobile, tiene un potencial de escalabilidad mucho mayor. Llevado a nuestro entorno de proyectos sociales, esto significa que el potencial de impacto social es mucho mayor. Imaginad un LinkedIn en el que desempleados de larga duración puedan reforzar sus posibilidades de encontrar un empleo, o una plataforma en la que personas con diversidad funcional puedan compartir experiencias a través de la red. El potencial de los proyectos con cierto componente tecnológico entendido como «online/mobile» es mucho mayor que el de proyectos que prestan servicios físicos a través de canales físicos, que tenderán a primar la implantación local y, por tanto, tendrán un menor impacto potencial.
Esta norma no tiene por qué cumplirse en todos los negocios, sectores e industrias, pero considero que sí se cumple en términos generales.
Importancia de la tecnología para mejorar el potencial de impacto social.
Formación, mentores y otros recursos
Uno de los valores de Socialnest es su plan de formación y su equipo de mentores. Ambos elementos son fundamentales para impulsar los proyectos:
- El plan de formación incluye a profesionales del emprendimiento social y del mundo Startup, así como escuelas de negocios como ESIC. Es muy completo y ambicioso, y otorga al emprendedor social de un marco de actuación para el desarrollo de su modelo de negocio social.
- El pool de mentores se pone a disposición del emprendedor con dos figuras: un mentor de negocio que actúa como un advisor externo de perfil CEO, y un pool de mentores de área a disposición del emprendedor para atacar áreas concretas que necesitan mentorización (finanzas, ventas, legal, desarrollo tecnológico, marketing online, etc.).
Todas las personas e instituciones que colaboran con Socialnest lo hacen por su convencimiento de que están apoyando a otros a crear un mundo mejor, y lo hacen de forma voluntaria y sin mayor interés que dar esa ayuda.
Además, Socialnest pone a disposición de las Startups aceleradas sus oficinas, salas para reuniones y visibilidad ante la comunidad de inversores en proyectos sociales.
¿Qué me cuesta como emprendedor?
El programa se ha valorado en 15.000€, con un pago mensual de 250€/mes por Startup, durante los 6 meses de su duración. Quedará una cantidad pendiente de pago que se abonará siempre que la Startup genere beneficios suficientes para hacer frente al pago.
El objetivo de este sistema es la autofinanciación de Socialnest, para que la Aceleradora siga creando programas en otras facetas del emprendimiento social (están por venir en próximas ediciones). La propia Socialnest es una proyecto de emprendimiento social que busca de esta forma tener su vía de financiación para sus costes. Además de mentores y formadores voluntarios, así como otros voluntarios en labores de organización y logística, Socialnest también debe contar con un equipo interno que permita ejecutar su labor con consistencia.
Conclusión
Durante el mes de febrero se van a realizar varios eventos para difundir el programa. El plazo de inscripción está abierto hasta principios de marzo. El proceso de selección va a ser exigente, pero merecerá la pena. Si eres una Startup con vocación de impacto social, no dudes en aplicar al Programa Soluciones 2015 de Socialnest.
VEP
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