Porque la financiación depende de la decisión de terceros y, por tanto, existe un riesgo de que no consigamos el objetivo.
Existen varios riesgos de financiación de una Startup, que podemos resumir en los siguientes tipos:
- Cantidad.
- Tiempo.
- Compensación.
Riesgo de Cantidad
El riesgo de Cantidad se produce cuando no conseguimos la cantidad necesaria de financiación para nuestra Startup. Este riesgo oscila entre no conseguir absolutamente nada hasta quedarse cerca de conseguirlo.
En particular cuando se trata de financiación pública, cuya discrecionalidad en la concesión suele ser muy elevada, y cuyo control por nuestra parte es bastante bajo, mi recomendación es no considerar nunca en el plan financiero cualquier financiación pública solicitada, menos todavía si ni tan siquiera se ha solicitado, aunque exista intención de hacerlo. Los motivos son funida entallemos dos:
- En general, no tenemos acceso ágil y directo al equipo que tomará la decisión sobre concedernos o no la financiación. Por tanto, no podemos actuar con ellos como hacemos con un inversor privado que se preocupa de conocer profundamente la Startup antes de invertir, lo cual nos da muchas opciones para «enamorarle». Con la financiación pública no suele suceder.
- Las fondos públicos son limitados y muchas veces, siendo nuestro proyecto financiable, no quedan fondos o hay otros proyectos «más financiables» que el nuestro, por lo que en términos relativos deben descartarnos. Ante escasez de fondos, no dependemos de nosotros mismos, sino de los demás proyectos con los que competimos. En el caso de inversores privados se da igualmente esta «competencia» pero siempre contamos con la baza (muy importante) de que estemos en el círculo próximo del inversor para tener acceso preferente al mismo. Esto no sucede en el caso de fondos públicos.
Existe por tanto un riesgo crítico de que no nos den nada, especialmente en el caso de financiación pública.
Pero puede que no consigamos toda la ronda, y sí parte de ella. Ante la posibilidad de que esto suceda, debemos manejar siempre un Plan B de gestión de la caja y de cómo vamos a consumir el dinero de la ronda ante la contingencia de no completarla. Esto nos ayudará a fijar los niveles mínimos a partir de los que podemos dividir la ronda en fases si vemos que cerrarla por completo puede demorarse. Si este retraso se produce, no podemos someter a la Startup a la presión de tener que cerrar la ronda completa para seguir avanzando, a pesar de que ello genere inconvenientes y más costes administrativos (notario, Registro Mercantil, firmas, etc.).
Esta situación puede darse cuando estamos en ronda de inversores privados, y también cuando solicitamos una cantidad de fondos públicos; en ese caso, la institución de turno que debe resolver nuestra solicitud, puede decidir darnos menos dinero del solicitado, o incluso requerir el cumplimiento de los hitos del plan de negocio para ir liberando el capital aprobado.
Riesgo de Tiempo
Es obvio que desde el momento en que la toma de la decisión de invertir no depende de nosotros, se puede producir un retraso. Como decía antes, siempre tenemos que manejar cuál es la cantidad mínima con la que podríamos avanzar hacia una siguiente ronda, con mejores métricas que puedan justificar una mejor valoración. No es el objetivo andar cerrando cada 4-6 meses una ronda, pero muchas veces nos vemos obligados a ello.
Si se produce un retraso en la negociación, pero no existe riesgo de cantidad, entonces debemos de tener un Plan B para gestionar la situación temporal de falta de liquidez. Como esto suele suceder en prácticamente el 100% de los casos, hay que planificar adecuadamente las rondas y las necesidades de caja para salir al mercado a buscar la financiación con el colchón de tiempo adecuado que reduzca las probabilidades de una demora.
Si además existe riesgo de cantidad, os remito al punto anterior, «fasear» la ronda y seguir adelante hasta le próximo hito.
Hay que evitar que nuestra Startup caiga en un parón de liquidez por no haber planificado las rondas adecuadamente
Riesgo de Compensación
Por Compensación me refiero a los costes o contraprestaciones vinculados a la financiación, que pueden ser diversos:
- Menor valoración de la prevista, y por tanto, mayor porcentaje cedido al inversor y mayor dilución de los fundadores y socios anteriores.
- Mayor tipo de interés en créditos participativos o préstamos públicos. Esto suele ser poco habitual, porque hay bastante información previa sobre las condiciones, pero hay que estar atento.
- Garantías asociadas a ayudas públicas (ver este post reciente sobre financiación pública con aval…), incluso obligación de realizar aportaciones de capital extraordinarias.
- Contraprestaciones en el pacto de socios. Desde cláusulas antidilución, de arrastre, de acompañamiento, de mayorías reforzadas, puestos en el Consejo de Administración, vesting para los fundadores, etc. Estas cláusulas son bastante «de mercado» en el sentido de que los inversores experimentados en Startups las suelen pedir, y las Startups las suelen aceptar, pero hay que llegar a un adecuado y razonable equilibrio entre lo que se pide y lo que se aporta. Intentad estar suficientemente bien asistidos en estas negociaciones de los pactos de socios para no firmar «cláusulas boomerang».
Las cláusulas boomerang salen hoy de las manos del fundador, y algún día vuelven y te dan en el cogote
En general, los Riesgos de Compensación son los derivados de una negociación con el inversor, fundamentalmente con inversores privados. No son el riesgo más crítico para las Startups, pero deben gestionarse adecuadamente, una vez sabemos que el riesgo de cantidad y de tiempo están debidamente acotados.
VEP
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