La financiación pública para Startups

Algunas instituciones públicas (entendiendo como tales las que se nutren del presupuesto público, con independencia de su estructura jurídica) tienen líneas de financiación específicas para Startups en condiciones beneficiosas.

Estas líneas se materializan en diversos tipos de instrumentos financieros que, bien gestionados, pueden suponer un impulso financiero importante para las Startups, especialmente en los momentos iniciales.

No obstante, hay que tener la suficiente cautela con este tipo de financiación porque en algunos casos viene envenenada, y lo digo sin ánimo de criticar su objetivo, sino la falta de información que recibe la Startup cuando la solicita. Dicha falta de información es atribuible a la Startup, pero también a las propias instituciones que promueven las citadas líneas y demás agentes que participan en estos procesos.

Cosas importantes a saber sobre la financiación pública para Startups 

  1. Subvenciones versus préstamos. Las subvenciones no se deben devolver, siempre que se cumplan determinados criterios (crear determinado nivel de empleo, no cesar la actividad o justificar los gastos para los que se solicitó la ayuda). Los préstamos deben devolverse, no solo el principal (cantidad concedida), sino también unos intereses (aplicados sobre el principal). Existen algunos préstamos que contemplan un porcentaje de entre el 10%-15% del principal que no sería reembolsable, pero generalmente se hace coincidir con el plazo final del préstamo, que suele estar más allá de 4 ó 5 años desde la fecha de concesión, por lo que no tiene efecto en la caja en el corto plazo.
  2. Momento de solicitarla. La ayuda hay que solicitarla en el momento en que consideremos que la probabilidad de que nos la concedan es más alta. Para ello conviene conocer bien el tipo de financiación, informándonos en la página web de la institución pública que promueve la línea, asistiendo a las presentaciones de las líneas que periódicamente organizan estas instituciones o contratando los servicios de despachos expertos en la gestión de estas ayudas. Se dice que hay que solicitar un ENISA para emprendedores si ya tenemos algo de facturación. También hay que considerar que si uno de los requisitos es la coinversión, tenemos que tener claro el plan para conseguir dicha coinversión y ser convincentes, o conseguirla antes de solicitar la ayuda (ver más adelante en este mismo post). También hay que considerar que el dinero no se recibe cuando se solicita, hay unos plazos para obtenerlo (luego lo comentamos).
  3. Adecuada planificación. La financiación pública para Startups es un elemento más dentro del mix de financiación con el que cubrir una ronda. Otros elementos pueden ser aportaciones de amigos y familiares e inversión privada profesional, por ejemplo. Por tanto, hay que considerar todas las características de la financiación pública que aquí estamos comentando para que encaje con nuestra planificación financiera. Además, no hay que solicitar más de lo que necesitemos, sino justo lo que necesitemos y podamos devolver. Parece obvio pero en algunas ocasiones no se hace esta reflexión y se solicita la cantidad máxima que permita la línea de financiación.
  4. Entidades activas en financiación pública para Startups. Diría que los fundamentales son ENISA, antes comentada y SEGITTUR a nivel nacional. Creo que CDTI no es una opción para Startups, porque suelen pedir garantías por la financiación, lo cual complica la disposición efectiva de los fondos (ver este post). A nivel regional, suele haber una institución financiera en cada Comunidad que tiene líneas de financiación pública para Startups. Por ejemplo, el IVF en la Comunidad Valenciana o SODECAN en las Islas Canarias, por poner dos ejemplos. A nivel europeo, las líneas en el marco de H2020 son muy atractivas y merece la pena explorarlas aunque la justificación es una de las peores cosas que puede pasarle a un emprendedor. Palabra.

Pros de la financiación pública para Startups

  1. Condiciones beneficiosas. La financiación pública suele incluir diversas condiciones que la financiación de otros proveedores de fondos de tipo privado (inversores en capital, bancos, etc.) no ofrecen. Ello es así porque los proveedores de financiación privada asumen unos riesgos que deben cubrir con elevados objetivos de rentabilidad (caso de inversores en equity) o con garantías adicionales (caso de los bancos). Las instituciones públicas asumen dicho riesgo como parte de sus objetivos de política económica. Dichos beneficios pueden ser los siguientes (no todas las líneas tienen estas características, pero sí al menos una de ellas):
    • Tipos de interés sin diferencial, en algunos casos. Generalmente tienen diferenciales entorno al 3-4%, y en el caso de préstamos participativos, los intereses (fijos más variables) pueden llegar al Euribor (a 3 o a 12 meses) más un diferencial conjunto del 8%.
    • Períodos de carencia de amortización del capital de hasta 3 años.
    • Plazos de amortización del principal prolongados (5, 7 o incluso 10 años, incluyendo los períodos de carencia, en su caso).
    • Ausencia de garantías, aunque puntualmente nos las puedan pedir, caso de CDTI).
    • Condición de préstamo participativo.
    • No reembolsables (subvenciones).

Contras de la financiación pública para Startups

  1. Justificación. Generalmente todas las ayudas y préstamos tienen entre su clausurado la obligación por parte del receptor de justificar el destino de los fondos. En mi experiencia, ENISA es el menos exigente en este sentido, y la ayudas de H2020 (fondos europeos) son de las más agresivas en cuanto a requerimientos de justificación. Cuando se solicita una línea de financiación pública hay que asegurarse de que cumplimos todos los criterios y de que seremos capaces de cumplir aquello por lo que nos estamos comprometiendo. Hay casos en los que la ayuda se recibe y luego se justifica. Si la Startup quema el dinero antes de la justificación en conceptos ajenos al proyecto solicitado, no podrá justificarlo y corre el riesgo de tener que devolver todo o parte de la ayuda cuando ya no le quede caja. Mucho cuidado, esto se puede llevar tu Startup por delante.
  2. Ayuda de terceros para solicitarla. Es interesante contar con el apoyo de despachos expertos en la gestión de este tipo de ayudas, siempre que dichos despachos no cobren honorarios fijos, sino sólo de éxito (hay muchos buenos despachos que trabajan así, ojo con la selección), que tengan relación directa con las instituciones que promueven las líneas (es una de las cosas por las que yo pagaría a estos despachos, así que aseguraros de que esta relación existe y es fluida), que se encarguen de todo el proceso de solicitud, seguimiento y justificación (algunos despachos se desentienden del proyecto una vez concedida la financiación y cobrados sus honorarios, cuidado) y que tengan cierto ratio de éxito (obviamente).
  3. La ayuda hay que devolverla. Por lo tanto, la cantidad de financiación solicitada debe hacerse en el marco de una adecuada planificación financiera (no solo la financiación pública, sino también la privada, siendo dos partes del mix de financiación de la ronda) y siendo muy prudentes en los plazos de devolución del capital, es decir, no pillarnos los dedos y preverlo más corto que largo. No siempre nos conceden el plazo de devolución que solicitamos, puede que un plazo inferior. La no devolución de la deuda puede llevar a una empresa a su desaparición, aunque los socios no tengan responsabilidades si dicha deuda no tiene garantías personales. Si estuviéramos en un caso de deuda con garantías, los socios asumirían su responsabilidad en caso de impago de la deuda. Mucho ojo por tanto.
  4. Coinversión. Prácticamente todas las ayudas (quizá SEGITTUR no) exigen coinversión, es decir, aportación de inversión privada conjuntamente con la financiación pública. Esto hace que se solicite cuando ya se ha recibido una ronda de inversión privada, con el fin de conseguir más caja de la prevista, o bien dividir la ronda objetivo en partes, destinando menor esfuerzo a conseguir la inversión privada, y solicitando la inversión pública.
  5. Plazos de obtención. Los plazos que toman las instituciones públicas para aprobar (o rechazar) una solicitud de financiación no son siempre los que quisiéramos. Pueden tomarse más de 6 meses en algunos casos. Eso hace más necesaria, si cabe, una adecuada planificación financiera. Por ejemplo, si una financiación pública como ENISA forma parte del mix propuesto para levantar una ronda, no debe solicitarse después de conseguir la parte de inversión privada, sino en paralelo. Generalmente ENISA, si considera que el modelo de negocio es adecuado al tipo de proyectos que financia, podrá conceder la ayuda con la condición suspensiva de que se consiga la parte de inversión privada.

 

Espero que os ayude, la financiación pública puede venir envenenada. Leed bien las bases por vosotros mismos, que no os las cuente nadie, y planificad bien y de forma prudente cuánto pedís, con qué plazo de devolución y que existirá capacidad de devolución si se cumple el plan. Si no se va a poder devolver la deuda solicitada, no os la concederán.

 

VEP